Amy, la chica detrás del nombre

Tengo que vomitar esto porque no me puedo ir sin soltarlo. No suelo ser muy fanática de casi nada. No sigo a casi ningún autor en sí, no sigo a casi ningún grupo, no sigo a casi ningún artista. Pero me gustan las cosas que me gustan. Y la música me gusta mucho, entre otras cosas. Sí reconozco que soy un poco friky del cine, pero no sigo el «independiente» exclusivamente, y realmente en comparación con otras personas los hay mucho más acérrimos que yo; al cine, a la música, a la literatura, etc. Soy una «catacaldillos» que dice mi madre. 

Cuando digo que me gusta lo que me gusta es que sin ser fiel a un estilo único, oigo un tema y si me entra me entra. Y con Amy me pasó que sin gustarme demasiado la música jazz, oí sus temas y me tocaron muy dentro. No entendía mucho sus canciones porque no me molestaba en traducirlas, me daba igual, su voz me ponía los pelos de punta, su forma tan «negra» de cantar me encogía el corazón. Y cuando la vi en la tele y su estética, me resultó todo muy bizarro, pero me daba lo mismo. Hasta un año me disfracé de ella, por qué? no sé, era un personaje que se reconocía a la legua, me hice sus tatoos y todo. No me importaba si se drogaba muy fuerte o si se bebía hasta el agua de los pantanos. Sólo quería que sacara otro disco. No quería especialmente verla en un concierto, sólo me gustaba oír sus temas en mi habitación, o mientras escribía, como hacía con otros artistas; y no me han gustado absolutamente todas sus canciones. Pero tiene algo que si la oyes no puedes dejarlo a medias.

Y he visto el documental que han sacado sobre su vida. Y ha sido algo maravilloso y horrible a la vez. A mí me dio lo mismo el día que se murió el motivo de por qué se murió, me jodió que se marchara otra artista de esa talla, como lo están haciendo por cierto últimamente tantos otros. Pero joder era pronto para ella, no? Ya no volveríamos a oír esas variaciones que hacía con la garganta, ya no disfrutaríamos con su estilo tan particular. Un pena la verdad. Y al ver el reportaje ha sido como, no sé, he estado todo el rato con la lágrima al borde del ojo, con el corazón en un puño por verla sufrir, por la puta droga y el amor corrupto. Por obligarla a lanzarla al estrellato cuando lo único que hicieron fue estrellarla del todo. Evidentemente esa lágrima se ha desbordado viendo las imágenes finales, metiendo su cuerpo en el coche. Y ya digo que no siento esto porque me gustara especialmente o fuera muy fan suyo, es un cúmulo de cosas que siento hacia ciertas personas, y con ella me ha pasado.  

Menuda vida. De no ser nadie a ser una persona jodidamente reconocida por todo el mundo. Y no entro en las bromas que se hacían sobre su aspecto o sus adicciones o sus enfermedades. Creo que eso da lo mismo porque se hará con todo el mundo que esté un poco más por encima de los demás, y si se muere pues «ay qué pena» y a otra cosa. Pero me ha dado la sensación que en 6 años escasos vivió demasiadas vidas sin poder pararse un momento a contemplar lo que estaba pasando, sin ser consciente de lo grande que era. 

Del documental me quedo con algunas cosas, como que ella era depresiva pero tenía la suerte de poder expresarse tocando la guitarra horas y horas, para exteriorizar toda la mierda que se le iba acumulando; me suena, me suena. Pero yo escribiendo y por supuesto sin ser nadie y sin aspirar a serlo. Y lo que decía Tony Bennett, cantaba como una artista de jazz de 65 años. La pena es que no llegó a cumplirlos. 

Seas fan de ella o no, te guste su estilo o no, el jazz vaya contigo o no, creo que ver el documental no te hará ningún mal, y es más, seguro que algo te llevas. Y también recomiendo el artículo de El Mundo: http://www.elmundo.es/baleares/2016/01/09/5690e5ae22601d24138b45f0.html

Grande Amy.